No esperes morir para ir a la iglesia, que te lleven en carroza fúnebre porque entonces...
Irás, a pesar de la temperatura.
Irás, a pesar de los sentimientos de tu familia.
Irás, a pesar de la condición de tu cuerpo.
Irás al altar, pero no podrás orar.
Irás, sin importar cuántos hipócritas (a tu juicio) haya en la iglesia.
Irás, a pesar de que te necesitan mucho en el trabajo.
No podrás disfrutar del canto, por armonioso y bello que sea.
Lo que el pastor diga, ya no lo podrás poner en práctica.
Estarás muy necesitado, pero ya nadie podrá ayudarte.
Ya nunca más podrás ir a la iglesia.
Tendrás muchas flores a tu alrededor, pero no podrás disfrutar de las mismas.
El pastor preferirá ayudarte hoy que tratar de consolar a tus seres queridos si murieras alejado de Dios.
(Enviado por el Pastor Miguel Echegaray)
