
Les enseñé que de acuerdo a lo que yo mismo aprendí de parte del Señor, cada HDP tiene un llamamiento nazareo y es un “consagrado a Dios” (1) hasta el día de su muerte, (Le guste o no).
Los nazareos del antiguo testamento eran personas que hacían voluntariamente un voto de consagración al Señor, y esto podríamos compararlo con el discipulado actual, (hombres y mujeres que voluntariamente consagran su vida al servicio a Dios), pero los HDP tenemos el llamamiento nazareo no por voluntad ni elección personal, sino por voluntad y elección de Dios desde antes de la fundación del mundo.
Y aún más, somos separados para Dios por la elección y oración de nuestros padres, así como la escritura nos enseña que el profeta Samuel, (2) Sansón (3) y Juan el Bautista (4) fueron tres nazareos "consagrados a Dios" desde antes de nacer.
No hemos elegido ser HDP. Dios nos eligió para eso, y debemos honrar con nuestra vida y servicio esa consagración divina, porque las palabras de Jesús "..no me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros.." (5) también son para nosotros, los HDP.
No es fácil ser HDP, la presión y la demanda es grande, pero no vamos a renegar ni pisotear nuestro llamamiento. Seamos agradecidos al Señor por el lugar de privilegio en donde nos ha puesto.
Siempre confieso en mi caso personal y también sobre la vida de mis propios hijos: "..¡Somos separados para Dios! ¡El nos ha coronado de favores y misericordias! ¡Es hermosa la heredad que me ha tocado!.." Querido HDP, te animo a que lo creas y aceptes humildemente esa elección de Dios sobre tu vida. ¡Serás Bienaventurado!
Por Daniel García (Un consagrado a Dios)
mcymsecretario@hotmail.com
Referencias bíblicas (1) Números 6: 1 al 8. (2) 1º Samuel 1: 10 y 11. (3) Jueces 13: 1 al 8 (4) Lucas 1: 11 al 17. (5) San Juan 15:16.