viernes, 29 de enero de 2010

Timoteo, un discípulo obediente

En este mes de Enero, iniciamos con el grupo "Corazón Valiente" de la iglesia de Banfield, la "Maratón Bíblica 2010", y estamos leyendo y estudiando la primera carta del apóstol Pablo a Timoteo, habiendo encontrado tesoros muy preciados, que edifican la vida de un joven que anhela servir a Cristo.
Uno de ellos es vislumbrar en este libro todos los mandatos personales que el apóstol encarga a Timoteo en su responsabilidad de obrero cristiano: "..te rogué que te quedases en Efeso..", "..Sé ejemplo de los creyentes..", "..Ten cuidado de ti mismo..", "..No participes en pecados ajenos..", "..Pelea la buena batalla de la fe..", etc.
En realidad, sería muy extenso hacer un comentario específico sobre todos los mandatos del apóstol a Timoteo, pero creo importante observar que Timoteo era un hombre de Dios, (Como el mismo apóstol lo define en el Capítulo 6:11), que quizá no tenía el calibre, ni la altura espiritual de Pablo, que no predicó los tremendos mensajes del apóstol, que no hizo las proezas de fe de sus antecesores, que no fundó iglesias en medio de grandes persecuciones y peligros, que no expuso su vida hasta la muerte, ni pagó el enorme precio del apóstol, pero que se destacó en su ministerio como un discípulo y obrero obediente, como un servidor de Dios, como un colaborador (1º Tesalonicenses 3:2), y sobre todo, como alguien que tuvo un corazón de "hijo espiritual".
Es interesante ver al apóstol dirigir su carta a Timoteo como "..verdadero hijo en la fe.." ¡Cuánta necesidad tienen los Pastores de "hijos en la fe"! En quienes puedan confiar, a quienes puedan enviar, a quienes puedan delegar responsabilidades, y a quienes puedan encomendar su legado de bendición para las futuras generaciones.
Las dos cartas a Timoteo son un legado que el Espíritu Santo mismo puso en las manos de ese servidor, para que las ponga por obra él mismo, y para que las resguarde y transmita a los continuadores de la obra del Señor, de tal manera que hoy somos enseñados y edificados al leerla una y otra vez.
Personalmente, encontré en este libro más de veinticinco mandatos del apóstol a su joven discípulo, con el fin de que sea "..un buen ministro de Jesucristo.." y para que sepa como conducirse en la "..casa de Dios.." pero tuve una inspiración pensando en el primero de todos ellos.
"..Te rogué que te quedases en Efeso.." Timoteo fue Pastor de la iglesia de Efeso no por un llamamiento personal sino por obediencia. El día de hoy en la obra del Señor no se encuentran muchos obedientes. Sí hay muchos soñadores, muchos emocionados, muchos ambiciosos, muchos independientes, muchos aventureros, muchos entrometidos, y algunos rebeldes y carnales también, que poco y nada obedecen el sentir de sus Pastores y padres espirituales.
¿Acaso el apóstol Pablo era un manipulador? No lo creo. El miraba claramente la necesidad de la obra, y encontró en Timoteo un hijo espiritual obediente, del cual tenía la garantía que haría las cosas como si él mismo fuese el Pastor.
Esto nos hace pensar en el más grande ejemplo de un Hijo obediente, Jesús, de quién la palabra da testimonio: "..se humilló a si mismo, haciéndose obediente.." (Filipenses 2:8), "..Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió obediencia.." (Hebreos 5:8) ¡Que ejemplo de hijo obediente! Tendríamos que poner un aviso clasificado en las iglesias. "SE NECESITAN HIJOS, DISCIPULOS, Y OBREROS OBEDIENTES" ¡Se necesitan muchos como Timoteo! ¡Se necesitan muchos como Cristo! Hay grandes bendiciones de Dios para los obedientes. ¿Aceptamos el desafío?

Dios te bendiga
Daniel García (Servidor de Dios) mcymweb@gmail.com

lunes, 18 de enero de 2010

Acusación vs Convicción

Hola, muy amados jóvenes. Hay algo que pesa en mi corazón:, y que he visto en todos estos años que estuve con ustedes. Es animarles a tener una firme identidad con nuestro Salvador Jesús. Puedo ver dos cosas que batallan en el alma de muchos jóvenes: Acusación vs convicción


ACUSACION: A Satanás le agrada recordarte tu pecados pasados y te dice: “..Nunca vas a estar bien con Dios. ¿Te acordás de aquel pecado horrible que cometiste el año pasado? ¿Realmente creés que Dios te va a perdonar así nomás y dejarte ir? De ninguna manera, lo vas a pagar..” Satanás amontona las acusaciones para condenarte, pero quiero decirte que está condenado a su derrota eterna, porque le Biblia dice: “..Y oí una gran voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche..” (Apocalipsis 12:10).

CONVICCION: El Espíritu Santo no te convence para condenarte, tampoco te “acusa” pero eso sí, te convencerá de pecado, justicia y juicio (Juan 16:8) y te invitará a arrepentirte y ser limpio. Y una vez que te hayas arrepentido de tus pecados y recibido el perdón de Dios, El nunca más te mencionará ese pecado otra vez.

Dios no me dirá “..Kali ¿Recordás ese pecado de 1983?..” De ninguna manera. No, eso ha sido B-O-R-R-A-D-O y ha sido limpio por la sangre de Cristo. El mismo Dios ha elegido olvidar que ese pecado alguna vez sucedió.

Es mi oración que el Espíritu Santo ilumine tu corazón y tu mente, porque solamente vos tenés aprender a reconocer entre la acusación de Satanás y la convicción del Espíritu Santo.¿Cómo? ¡Fácilmente! Si sentís culpa y vergüenza aún cuando estés seguro que Dios te ha perdonado, es Satanás que intenta acusarte para apartarte de Dios.

Te cuento algo que ví: Resulta que un niño estaba jugando a la pelota, y era tanta la adrenalina que tenía que pateó tan fuerte que rompió el vidrio de la ventana de un vecino. ¿Que pasó luego? Salió corriendo para su casa y automáticamente llamó a su papá y le contó lo sucedido y se arrepintió. Al rato golpea la puerta el vecino quejándose y acusando a su hijo. ¿Que pasó? El padre del niño le dice al vecino “..si, ya se lo que hizo mi hijo, póngalo a mi cuenta y yo pagaré el daño..”

¡Así es nuestro Padre Celestial! Si nos arrepentimos y estamos identificados con él, siempre nos defenderá de toda acusación que el adversario utilice contra nosotros. Esta es la manera de vivir libre: Ser sincero con Dios, y un consejo: Permanecé siempre cerca de tu Pastor.

Ahora, joven querido: ¿Cuál de los dos voces vas a oír? ¿La que te acusa y amarga y te hace alejar de Dios? O la que te dice: “..Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús..” (Romanos 8:1), o bien: “..la sangre de Jesucristo su Hijo, nos limpia de todo pecado..” (1º Juan 1:17).

No permitas que el diablo te engañe, haciéndote creer que tu relación con Dios está irremediablemente rota, si eres sensible a la voz del Espíritu Santo podés creer y esperar que hablará a tu corazón y te hará sentir seguro que Dios no te ha abandonado.

Dios te siga bendiciendo y te conceda la victoria de Cristo. Nos vemos en Hebrón.


Por Kaly Muñoz (Servidor de Dios)


Dios no te olvida


“..Mi camino esta escondido de Jehová y de mi Dios pasó su juicio..” (Isaías 40:27).

Si miramos la Palabra, pensamos ¿Quién dice estas cosas? Entonces encontramos que Israel el pueblo escogido de Dios dice estas palabras. Ellos pensaban que el Señor se había olvidado de su pueblo y que ya no le tenía en cuenta. Esto era porque estaban en un momento de esclavitud y opresión.

Muchas veces, ¡Que difícil es creer que Dios tiene el control de todas las cosas! En otras palabras, Israel pensaba: “..estamos escondidos a los ojos de Dios, nos pasó por alto, no se interesa por nosotros, se olvidó..”

¡Cuántas veces decimos lo mismo! “..Dios no ve. Dios no se acuerda de mi, que tengo este problema, esta necesidad, esta enfermedad, etc..” Pero Dios responde de una manera muy especial hablando de su grandeza a través de su creación y el cuidado que tiene de ellas “..Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas, él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio..” (Isaías 40:26)

Con este ejemplo, Dios quiere decir a Israel y también a nosotros: “..Yo pienso en vos, Yo no te olvido..” y nos invita a esperar en la promesa: “..los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas..” (Is 40:31).

Nos invita a confiar en el poder de sus fuerzas y no en las nuestras, porque a veces como jóvenes que somos, intentamos pelear la situación con nuestra fuerza, pero él dice que también los jóvenes “flaquean y caen”, pero los que esperan a Dios tendrán una fuerza mucho mayor. Sólo entrega tu situación al Señor en oración cada día, confía y espera. ¡El Señor piensa en vos! “..Yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé..” (Isaías 41:17).

Bendiciones

Por Leticia Clemente (Servidora de Dios)