Luego de una clase de segundo nivel, en el recreo, Nicolás Batalla, bajista de la iglesia local nos contó su experiencia: “Cuando yo era chico, venía a la iglesia pero no estaba muy metido en las cosas de Dios. Luego me descarrié por algunos años. Hice cosas malas que no tendría que haber hecho, como por ejemplo drogarme. Sin embargo, Dios estaba mirando mi vida, tal es así que un día vine a un culto a pedirle a mi mamá las llaves de mi casa y al pisar la iglesia me quebranté. Sentí la presencia del Espíritu Santo y nunca más volví a lo que estaba haciendo. Desde ese momento, trato de buscar a Dios, y de caminar con El. Esa búsqueda es la que me motiva a cursar SICAM, es como que uno tiene un vacío que solo lo puede llenar Dios, su Palabra, su Presencia y su Espíritu.
Quisiera dejar más que nada un mensaje para los adolescentes: Que sigan el camino de Dios. El tiene cosas para nosotros mucho mejores que las ofertas de este mundo. Sobre todo, en estos tiempos hay que abrir bien los ojos y saber elegir lo mejor, que es Jesús.” ¡Gracias Nicolás, Dios te bendiga!
Por Edith Williams y Margarita Clemente mcymjoven@hotmail.com
